INDIO CALCHAQUI

Trepando cerros, bordeando precipicios, ahí vas, amigo calchaquí, tu fortaleza guerrera, te ayuda a seguir con esa vida de labor, sin descanso.
Vagando por la montaña, con el pecho apunao’ fuiste perseguido por la adversidad; el chiqui corriendo tras de ti, basándose en tu superstición, acechaba tu rebaño.
Sangrientos holocaustos te han de calmar, y tu venganza no se concretara…
Las estrellas te han de guiar por ese largo valle que has de transitar, la oscuridad plena te ah de atrapar, en esas noches que quieras meditar…
La pacha mama te abrazara, y te contendrá, para tu bien estar, salud y fuerza te dará, para la ardua lucha continuar…

Objetivos bifurcados.

Constante incesante de desierto en vida, la herida cerrada, se engancha y desgarra los tejidos de duda más fuertes.
Adjuntas errores, soluciones tardías, arranques de locura, miradas fijas en el blanco.
Apuntas y disparas tu más sincera verdad, creyendo que esta vez los sentidos te acompañaran…
Soñas despierto tu destino, lees tu historia en un papel en blanco, sufrís y te planteas… ¿cómo continuar?

Tan cerca del sol

escapando de tu origen, transitas valles, caminos sinuosos y cada vez subís mas, y no te alcanza, nada te conforma, se te hace un vicio subir, a la vez sentís una fuerte opresión en el pecho, que te confunde, sentís q podes alcanzar lugares recónditos, tan alejados, sin moverte de tu sitio. Estirando el brazo sentís acariciar el sol...
La tierra celosa repleta de energía, te atrae de nuevo como un imán, y tu desconexión es inmediata.