En la noche pienso y extraigo migajas de historias terminadas, reales e imaginarias…                Veo en el horizonte un rayo, que se acerca a mí a gran velocidad, quiere destrozarme para inmortalizar de una vez por todas, la historia ya contada…                                                            Corro hacia el establo donde de niño la tormenta no me alcanzo… pero esta vez siento gotas correr por mi sien, y otras por mis pómulos congelados, estas saladas desembocan en mis labios.                                                                                                                                                              La oscuridad del fin se acerca y se aleja, como un espejismo, mientras yo en posición fetal en un rincón aislado, adquiero otro sueño que olvidar...
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario